La terapia de integración sensorial está diseñada para ayudar a los estudiantes que tienen dificultades de procesamiento sensorial, exponiéndose a estímulos de manera paulatina, estructurada y repetitiva. La teoría que la sustenta es que con el tiempo el cerebro se adaptará y permitirá que los estudiantes procesen y reaccionen a las sensaciones de manera más organizada y eficiente.